Cuando pienso en mi hija, en lo grande que está, en lo maravillosa que es, me parece mentira... Ella tiene un poco de los dos, pero es ella. Y va creciendo, abriéndose paso, siendo ella. Es increíble esto de ser mamá, y es enorme la responsabilidad de educar. (Esta foto fue hace un par de meses, de un post que empecé y no acabé, y por eso se llama:)
Entre los días de Ayer... Tal vez tengo un poco subida la nostalgia hoy, no sé. Lo cierto es que me siento tocada por un milagro, cada vez que veo esa personita feliz que camina y corre y canta y habla, y dice "papa, te quello musho musho musho" o "te amo mama".
No puedo imaginarme qué sería de mi vida sin ese ser gigante - chiquito - y maravilloso, que me dice mamá y me hace sentir completa.
El que dice que los milagros no existen, es porque no ha sido papá...
Mi princesa es mi milagro personal. Me hace más buena, más luchadora, me hace tener más fe, me hace ser más optimista de lo que ya era (eso significa, soy súper optimista!!) Me hace ser más responsable, más fuerte, más sensible.
En síntesis, gracias a María Paz, cada día soy, inevitablemente Mejor persona.
Y me siento tan feliz de darme cuenta de ello!
Gracias hijita por hacer de mí lo que soy... Te amo.
Y Gracias Diosito por darme la posibilidad de percatarme de eso. De lo feliz que soy, de lo completa que me siento.
Gracias!
